Wild Hearts - Reseña

Desde que se anunció Wild Hearts llamó la atención que su concepto lucía muy parecido al de la serie Monster Hunter de Capcom, pero también porque sonaba interesante la idea de ver un juego de este tipo desarrollado por el equipo de Omega Force, reconocido estudio a cargo de la serie Dynasty Warriors.

Se trata de un RPG de acción que pone a los jugadores a cazar peligrosos monstruos de todo tipo en Azuma, un mundo de fantasía inspirado en el Japón feudal.

Bienvenidos sean a Azuma

La idea detrás de este título es que las bestias con elementos de la naturaleza llamadas Kemono vivían en paz, pero ahora cambiaron y están arrasando el campo y alterando su entorno a costa de la vida de los ciudadanos. Aquí es donde entras en acción y tras combatir con un Deathstalker obtienes tecnología que te llevará a buscar restaurar el equilibrio y detener la amenaza.

Esta historia sirve para llevar el seguimiento de la campaña y funciona al darle una estructura, pero a decir verdad es una trama que se siente genérica y termina pasando a segundo plano dejando el peso en lo esencial que es el combate y la jugabilidad.

¡A cazar se ha dicho!

Wild Hearts te pone primero en un tutorial y en un enfrentamiento con el Deathstalker para que rápidamente estés familiarizado con los elementos básicos de la jugabilidad, y después de esto podrás crear a un cazador con un editor de personajes bastante robusto, y finalmente seleccionar un arma de entre varias opciones interesantes.

Y es que al inicio podrás elegir entre armas como la Karakuri Katana, el Nodachi, un Arco, un Maul y la Bladed Wagasa, cada una con sus propias ventajas y diferentes alcances, las cuales se podrán ir mejorando para convertirla en tu compañera ideal. Incluso más adelante se desbloquean tres armas más para un total de ocho, y lo recomendable es que prueben hasta encontrar la que más se adapte a su estilo preferido de juego ya que es algo fundamental en la experiencia de juego.

Podrán aventurarse solos o acompañados, aunque me parece que definitivamente es mejor en cooperativo ya que las partidas resultan más divertidas. De cualquier manera podrán hacerlo en solitario y enfrentar un buen desafío o aprovechar las bondades del sistema multijugador que funciona bastante bien y hace sencillo ayudar o recibir ayuda.

Como ya les comenté las acciones se desarrollan en Azuma que es un mapa con varias áreas grandes con diferentes biomas que se pueden explorar de forma libre, y existe una especie de hub o centro de actividad que es un pueblo llamado Minato donde pueden descansar, conseguir misiones, mejorar armas y mucho más. Por cierto, en la aventura iremos conociendo a diversos personajes que nos ayudarán con diferentes tareas como Natsume que es la herrera, Nonumitsu que ofrece trabajos y Yataro que tiene objetos decorativos, destacando que cada uno muestra rasgos interesantes que hacen que no sea tedioso tener que estarlos visitando.

Y aunque hasta ahora todo suena muy "Monster Hunter" con el uso de armas para cazar criaturas y recolectar materiales para mejorar nuestro equipo, Wild Hearts también tiene una mecánica de construcción de elementos llamada Karakuri que me parece es su elemento más distintivo. Karakuri se define como una tecnología antigua que ha permanecido sin uso durante años, y es que aunque los viejos cazadores sabían cómo usarla, el conocimiento se había perdido con el tiempo hasta que aparece nuestro cazador que puede aprovechar estas ventajas.

Los tres diferentes tipos de Karakuri son el básico que son herramientas de asistencia para explorar áreas y combatir con Kemono, el Fusión que combina Karakuri básicos para ofrecer protección y causar más daño, y el Dragón que son armas y dispositivos con características especiales. De esta manera este sistema nos da un extra en la fórmula ya que nos permite crear tácticas adecuadas para facilitar los procesos.

Así que con todo esto en mente, resulta divertido analizar y conocer a los diferentes Kemono que sin duda son grandes adversarios con diseños geniales, y aunque su variedad es limitada, no terminan por aburrir ya que la experiencia en cada combate es diferente y terminamos completamente sumergidos repitiendo ese adictivo proceso de "farmear", construir, buscar un Kemono y cazar.

Por cierto, si ya han jugado Monster Hunter ya saben lo que les espera, pero si será su primera vez con este tipo de juegos deben tener en cuenta que no tiene configuración de dificultad y que en ocasiones puede ser muy desafiante, sobre todo en modo individual. Aún así debo decir que este título es más accesible que su competidor en varios sentidos, lo que lo hace una buena opción para los que quieren comenzar.

Un paisaje de contrastes

Como muchos otros juegos de la actualidad, Wild Hearts te permite elegir entre darle prioridad a las gráficas o al rendimiento. De esta manera podrás seleccionar si prefieres jugar a 60 FPS estables o si prefieres que las gráficas se muestren a tope. En lo personal pensé que, dado al estilo del juego, lo mejor sería optar por los 60 cuadros por segundo, pero siento que si sacrifica mucho la resolución y otras opciones gráficas.

Aún así el diseño artístico de Azuma y de los Kemono es grandioso y hay algunos entornos espectaculares que lucen geniales en acción, sobre todo acompañados de la excelente banda sonora, pero si me encontré aquí y allá con pequeños problemas técnicos que realmente no afectan la experiencia.