Un lugar tranquilo: Día uno - Análisis

Una esperada precuela con momentos para recordar ligeramente desaprovechada

No lo tenía sencillo Michael Sarnoski, el también director de Pig con Nicolas Cage entre su reparto, para continuar el camino marcado por John Krasinski y su equipo con Un lugar tranquilo y su secuela, sin embargo y pese a algunos tropiezos ha sabido mantener el tipo con una precuela que nos narra precisamente eso: el primer día de la invasión.

Un lugar tranquilo: Día 1 es la historia de cómo una raza extraterrestre tan violenta y letal como ciega llega a nuestro planeta, acabando con buena parte de su población a las pocas horas de comenzar su aniquilación, porque eso es lo que es.

Una de cal y una de arena de gato

O eso pensamos, porque esta nueva cinta recién estrenada si bien nos muestra algunas particularidades que desconocíamos acerca de estos seres, como su aversión al agua o sus costumbres alimenticias, no entra en demasiados detalles en cuanto a motivaciones por parte de los alienígenas, centrándose, como las anteriores, en cómo una persona, o un grupo reducido de ellas, se enfrenta a algo así.

Una decisión que agradecemos a su director y que Lupita Nyong'o se ha encargado de echarse al hombro de manera magistral, apareciendo en pantalla casi la totalidad de los 100 minutos que dura el film, estando muy bien escudada por el actor Joseph Quinn y por un gato, que es por momentos de lo mejor y de lo peor de la película.

De hecho, en líneas generales Día 1 nos da la sensación de tener menos empaque que Un lugar tranquilo 1 y 2, y eso es porque a veces se olvida de que esto es algo muy serio y hay que poner atención incluso en más detalles de los que ya lo hace.

Eso sí, por momentos, especialmente durante la primera mitad de la película, nos regala escenas en las que realmente sentiremos que se está poniendo a prueba la capacidad de resistencia de la especie humana, aunque no negaremos que nos habría gustado que hubiera sido una constante a lo largo del film.

Sin embargo, cuando hace las cosas como debe, Un lugar tranquilo: Día 1 es sobrecogedora, esa es la palabra, y lo es tanto por el nivel de actuación de su protagonista como por unos efectos visuales y sobre todo sonoros que harán que valga la pena pagar la entrada para verla en cines en lugar de esperar a que se incluya en alguno de los numerosos servicios de streaming de nuestro país.

Una buena precuela que daba para algo más

Pero, como decimos, no es perfecta ni mucho menos y habrá situaciones que las estaremos viendo llevándonos las manos a la cabeza y preguntándonos por qué, como por qué saben a los pocos minutos que los aliens acuden a los ruidos (hasta los niños dejados a su suerte), o por qué el gato, que se llama Frodo, bien, es inmune a todo, incluso al miedo.

Pequeñas manchas que, si bien no ensucian demasiado el conjunto, sí lo hacen desmerecer aunque sea ligeramente. Por fortuna, Un lugar tranquilo: Día 1 es un estupendo complemento a los filmes de 2018 y 2021, pero da la sensación de que, si estas películas no existieran, no habría funcionado de la misma manera, y eso es un poco peligroso.

Sigue siendo muy recomendable

Podemos afirmar entonces que estamos ante una buena precuela que sabe mantenernos en tensión en casi todo momento pero a la que se le nota en determinadas ocasiones que ha sufrido cambios en su equipo de guionistas y su dirección.

No es que sea el fin del mundo (bueno, sí, pero nos entendéis), pero hacen que sea menos grande de lo que podría haber sido. Aun con todo, si os gustaron las anteriores Día 1 no os defraudará.

En este artículo

Un lugar tranquilo: Día uno

31 de diciembre de 2021

Crítica de Un lugar tranquilo: Día 1, o cómo el mundo eligió entre callar o morir

7
Bueno
Michael Sarnoski toma el relevo de John Krasinski y nos brinda una digna precuela que, no obstante, no es perfecta, pero sí muy recomendable, máxime en el cine por su apabullante sonido y uso del mismo.
Un lugar tranquilo: Día uno