La Liga de la Justicia de Zack Snyder - Análisis

¿Dónde teníais todo esto guardado?

La Liga de la Justicia de Zack Snyder ya está aquí. Han sido años esperando, con peticiones, una tras otra, para recuperar de alguna manera la posibilidad de saber cómo era la producción original que luego quedó en un conjunto de escenas de pobre contenido y cuestionable distribución. La Liga de la Justicia que nos llegó no era, en ningún caso, una digna continuación de El Hombre de Acero y Batman v Superman. Y mucho menos, de Wonder Woman. Por un momento dejemos aparte secuelas cuestionables (véase "1984", que ni funciona del todo argumentalmente con esta pieza fílmica). Vamos a centrarnos, y a disfrutar de qué hizo Snyder. Pulsamos "Reproducir" y... ¿Qué es esto?

Esta película va a verse en 4:3, tal como la había concebido Snyder, dicen. Empezamos ranqueando un poco mentalmente: sí, un "cuadrado" en el centro de la pantalla tiene un aire que mezcla la docilidad mental del cine de autor (lejos queda aquel Napoleón de 1927 que se marcaba el ser, con 3 proyectores, la primera cinta panorámica de la Historia, estrenada en la Ópera de París, pues esto es como invertirlo) mezclado con el efecto "viñeta", tan útil en una producción basada en los cómics. Choca, sin duda.

Y lo cierto es que a todo espectador, a estas alturas, le resulta bastante poco asumible que el cineasta pensase, en pleno siglo XXI, que su película debía tener este aspecto y no una versión panorámica como a día de hoy sería lo más normal. Hablamos de que hasta Sin City y 300 tiran de efectos de color para meternos de lleno en el estilo de novela gráfica. Pero por un momento, vamos a entender que él quiso ofrecer esto, nos guste más o menos.

 

¿Es diferente esta experiencia de la vivida hace unos años en cines? Sí, es diferente. Es abismal. La Liga de la Justicia de Zack Snyder es diez veces más intensa, épica en todo su esplendor. Se profundiza en cada personaje de una manera que sería impensable en una película con un metraje inferior al de esta (4 santas horas, nada desdeñable, todo sea dicho), pues vamos a tener la oportunidad de "pararnos" en Flash y Cyborg como no lo habíamos hecho antes. Y no vamos a decir en Batman, Superman o Wonder Woman porque ya los conocíamos de antes.

Pero debemos decir que lo más brutal es, sin duda, la iconografía. Estamos más que seguros de que todos habíais visto ya esas imágenes del Joker de esta versión... embutir a este Jared Leto, con el que se ha trabajado de una forma tan sobresaliente que hace palidecer (valga el término) al del Escuadrón Suicida. Todo un acierto.

 

No en vano, al cantante y actor se le da bien salir en los conciertos (o se le daba, pues ahora esto va a tardar en volver a ocurrir) con un aura mesiánica que mezcla su innegable atractivo con delicadezas como subir en pleno Palacio de Deportes de Barcelona y entre una lluvia de sudor, lágrimas de emoción y un cocktail de hormonas y feromonas que aminoraban el oxígeno del ambiente, a una niña pequeña al escenario y hacerla votar hacia la parte del público que hacía más ruido. Ahora, es justo al contrario, y la mezcla de maquillaje, oscuridad y banda sonora es para incluirla entre las producciones de auténtico cine de culto.

Los fans del difunto Heath Ledger pueden sentirse más que complacidos porque son escenas en las que casi se recupera ese regusto distópico que sólo el tristemente fallecido actor supo aportar a la figura del payaso asesino, si bien en el caso del recordado Ledger funcionaba mucho más como un terrorista, recuperando aquí un efecto más mórbido, con un delicioso efecto de repulsión que nos hará disfrutar mientras fruncimos el ceño, como si de un malogrado experimento de Marilyn Manson se tratase, y a pocos días de Semana Santa. Bravo por el detalle visual.

 

Es necesario hablar del relato en sí. Ahora Steppenwolf tiene un papel similar al original, pero que se nos antoja más "de paso" frente a la imponente presencia del personaje creado por Jackk Kirby en 1970: Darkseid, un dios omnipotente y rey a su vez del planeta de barbarie y muerte Apokolips. Poca broma, este ser ha llegado a poner las cosas difíciles al mismísimo Superman en los cómics de DC, desde que en su momento apareciese en la década en la que David Bowie ya había sentado cánones. La guerra está servida, y el enfrentamiento va a tomar un matiz diferente desde el mismo momento en el que el nuevo Superman con el tan anticipado traje oscuro entra en escena. El día que veamos al próximo actor que lo encarne en caso de que el señor Henry Cavill lo deje va a ser uno de los más raros de nuestra vida, pues la sola presencia del actor ya rezuma algo especial y heroico.

 

Amazonas, Diana con sus genes de deidad antigua, el tremendo poder y desparpajo de un Aquaman que se presenta más arrollador que nunca desde el momento en el que Bruce Wayne lo busca en Noruega y un Flash más desarrollado y adorable cuya actitud pareciese evocar la juventud del último Spider-Man de Marvel, aunque con un aire diferente. Ezra Miller brilla por su genial actuación y por aportar cierto punto humorístico necesario para aliviar la carga argumental de deidades que empieza a pesar varias toneladas desde el momento en el que llevamos 4 episodios del filme superados.

Extender las escenas, además, ha supuesto un favor enorme al Caballero Oscuro, encarnado (como ya sabéis) por un - cada vez menos rechazado - Ben Affleck, cuya apariencia es, una vez más, el perfecto Bruce Wayne, aunque un Batman algo más tedioso y poco ágil de lo que nos gustaría ver. La complicidad del personaje con Diana, su habilidad para convertirse en una suerte de "presentador" de gala nocturna, cosa que refuerza su imagen en impecable traje, hacen que poco a poco el espectador se relaje y abandone el extraño enfrentamiento derivado de su elección para encarnar al personaje de los cómics de DC.

 

De Gal Gadot poco se puede decir que no sepamos ya: su trabajo es espectacular. Derrocha carisma, emplea la imagen de la heroína como una útil (y no forzada como en otras producciones) figura feminista, con aspiraciones, con fuerza y con una heroicidad que no iba a quedar en manos de un protagonista masculino. Sin Wonder Woman no habría Liga de la Justicia, pero es que sin Gal Gadot, no habría Wonder Woman. Un trabajo sobresaliente y que, como muchos saben, se sitúa en el punto más alto de la escala de producciones cinematográficas de DC. De hecho, veremos cómo los grandes enemigos notan su presencia, responden a ella e incluso la identifican. Es probablemente uno de los personajes más ambivalentes, útiles e interdisciplinares de la cinta, siendo la primera que es capaz de hacer recapacitar al mismísimo Superman, al que llama por su nombre: Kalel, el superviviente de Krypton.

Nos queda por nombrar al actor que más ha sonado los últimos meses al respecto de esta producción. El que no ha tenido que re-grabar nada, pero aquí ha reaparecido de manera triunfal: Ray Fisher es una auténtica pasada, ahora que nos permiten introducirnos más en el personaje. Esta es una crítica fílmica, que no una noticia de actualidad, por lo que dejando a un lado los problemas que generó el director de la versión "recortada" que vimos en su momento, supone un giro de tuerca electrónico para un grupo tan místico, pero a la vez un golpe de bondad y un personaje que, pese a lo cibernético de su anatomía, resulta más humano que todos los demás juntos.

 

La Liga de la Justicia de Zack Snyder es lo que en su momento debió ocurrir. Un derroche de relatos con un regusto mitológico que rozan lo bíblico, con presencia de todo el universo de DC visto en el cine hasta la fecha, con un apartado visual espectacular que no se rinde a la búsqueda de realismo, sino que mantiene una identidad propia e innegable y que es capaz de hacernos disfrutar de una oscuridad perdida en la versión previa, pero que sabíamos que Snyder nos ofrecería. Una delicada apuesta por el estilo visual más arcaico en lo que a formato se refiere, con un uso de CGI extremadamente alto, pero con un resultado tan efectivo que nos sorprende. Fuera chistes irónicos innecesarios o gracietas que quieran acercarlo al universo de la (no) competencia: queríamos un relato adulto, y aquí está.

Por supuesto no os vamos a contar el desenlace, si bien ya podéis saberlo en gran medida, pero sí que vamos a ponerle una notaza a una película que viene a cerrar un lamentable episodio en la historia del cine y los cómics, con un DC que parecía zozobrando debido a "piezas" como un Escuadrón Suicida ridículo que se rendía al fan-service o a un estilo falto de la personalidad que sólo los cómics, sea en grapa, sea en volúmenes enteros, han conseguido transmitir. Nuestra recomendación es que la veáis despacio, disfrutando, desgranando. Que disfrutéis de su único y atractivo estilo visual, y que abráis la mente, abandonando toda suerte de enfrentamientos entre marcas de cómics. Que os recordamos que, mientras tanto, los multiversos están ahí, sola y exclusivamente para hacernos disfrutar. Y eso le gusta a todo el mundo.

Pros

  • Espectacular relato de 4 horas sin descanso
  • Visualmente es una delicia
  • Literalmente, pone a DC donde merece en el panorama fílmico

Contras

  • 4 horas también pueden ser demasiado densas para algunos espectadores
  • No es sencillo adaptarse al formato 4:3 de entrada
  • A veces notamos cierto abuso de escenas CGI

El veredicto

Esta es la auténtica Liga de la Justicia que hace honor al relato iniciado en El Hombre de Acero. Un derroche de escenas CGI, una audaz muestra de valentía al emplear un estilo visual que puede resultar arriesgado a la vez que efectivo. Un producto bastante particular pero que juega con la acción, la mitología de DC y los personajes de tal forma que se convierte en un - acertadamente - episódico relato que deja sin palabras al fan de los cómics y que sorprende a todo aquel que se acerque por puro interés. Esta Liga de la Justicia funciona pese al golpe de intensidad, que nos exigirá cierto descanso tras terminar, y que nos hará plantearnos la utilidad de su encuadre visual y proporción.

En este artículo

La Liga de la Justicia de Zack Snyder

Warner Bros. Pictures | 18 de marzo de 2021

Crítica de La Liga de la Justicia de Zack Snyder, ¿Dónde tenías todo esto guardado?

9
Increíble
Una película obligatoria para todo fan de DC, y una pasada a nivel visual que nos devuelve lo que creímos haber perdido en este sórdido y oscuro mundo en el que Metrópolis y Gotham coexisten ofreciéndonos un relato lleno de héroes, acción y mitología. Toda una delicia de casi 4 horas de duración.
La Liga de la Justicia de Zack Snyder