¡Hola, ser humano! Hoy vengo con un artículo un poco diferente. No vamos a diseccionar ningún aspecto narrativo de Malaz, así descansas un poquito. Vamos a charrar un poco de uno de los principales problemas que tiene la gente. Y, no, no es solo empezar Malaz, sino seguir leyendo.

Silencio incómodo.

Mejor no me cuentes si es tu caso, o tendremos que recoger los pedacitos de mi corazón.

¿Qué es eso de los cuatro inicios?

Pues no, aunque lo parezca, no es la nueva novela de Cixin Liu.

Hay mucha gente que deja de leer la saga antes de llegar a la mitad. Se cansa, se encuentra demasiado confundida, no comprenden de qué **** les está hablando este señor… y se acabó. Y no es que los que hemos terminado no lo veamos confuso, entendamos todo lo que nos cuentan, etc., etc., etc., (etc.). Simplemente, entramos mejor en la trampa de los cuatro inicios.

Porque sí, amigo mío. En los primeros cinco libros la saga empieza cuatro veces y seguro que alguna vez te has preguntado por qué.

Venga, tratemos de no hiperventilar.

¿Cuáles son estos inicios?

Así me gusta, que hagas preguntas sencillas. Sencillas y breves, ¡porque ya está respondido en este mismo blog! Hace más de un año, justo aquí, te conté cómo está estructurado El Libro de los Caídos. Entonces vimos que hay tres tramas distintas, en tres continentes diferentes, y que salta de una a otra con tanta asiduidad que casi parece una prueba del Grand Prix o de Humor Amarillo. Venga, ahí va, resumidito:

–          Los Jardines de la Luna (libro 1): inicio de la trama de Genabakis.

–          Las Puertas de la Casa de la Muerte (libro 2): inicio de la trama de Siete Ciudades.

–          La Casa de Cadenas (libro 4): ¡JA! Hablaremos de este en un ratito.

–          Mareas de Medianoche (libro 5): inicio de la trama de Letheras.

Pero, eh, Alejandro, una pregunta, aquí, desde el Malazan Post. La Casa de Cadenas continua la trama de Siete Ciudades, no creo que…

¡Silencio! Y paciencia, ya sabes que esto es de cocción lenta.

¿Por qué estos cuatro inicios?

Pues, en realidad, aunque mucha gente crea lo contrario, no es algo arbitrario ni caprichoso. En lo que sigue vamos a obviar el primer libro, por razones evidentes. Leñe, ¡por algún lado hay que empezar!

Segundo inicio: Las Puertas de la Casa de la Muerte

Venid a escuchar junto al fuego esta triste historia.

Tras mucha paciencia y muchos rechazos, Erikson consiguió que le publicaran Los Jardines de la Luna. Todo iba sobre ruedas, por lo que empezó a escribir la segunda novela de la saga, llamada Memorias de Hielo.

¿Te suena? ¡Claro que sí! Es la tercera novela de El Libro de los Caídos. ¿Confundido? Sigue leyendo, entonces.

Sin embargo, oh, drama. Explosiones, sangre. No, todo eso no. Algo peor. Perdió el manuscrito cuando llevaba entre 200 y 300 páginas. Algo en su ordenador, o en los disquetes en los que guardaba el progreso, hizo pum, pero no se convirtió en ningún cereal chocolateado. Simplemente, desapareció. Evidentemente, Erikson no se sintió con fuerzas como para volver a empezar de nuevo ese trabajo perdido. Creo que, si escribes, entenderás su frustración.

¿Qué hizo? Se puso a escribir la tercera novela de la saga: Las Puertas de la Casa de la Muerte. Después, simplemente, presentó esa novela y se puso a escribir de nuevo Memorias de Hielo, ya enfriadas esas cenizas.

Tercer inicio: La Casa de Cadenas

En general, hablar de este libro hace que a todos nos vengan dos palabras a la cabeza: Karsa Orlong. Si lo conoces, ya sabes por qué; si no… algún día tendrás que conocer a este sujeto que hace que Conan parezca una barbie.

La Casa de Cadenas continúa la trama de Siete Ciudades iniciada en Las Puertas de la Casa de la Muerte, entonces, ¿dónde está el tercer inicio? De nuevo: Karsa Orlong.

Recientemente hemos hablado por aquí del punto de vista. Te acuerdas, ¿no? Más de 200 puntos de vista. Malaz tiene una estructura narrativa en la que las secuencias de escenas están muy marcadas, y cada una de ellas narrada por un personaje diferente, de manera que en cada capítulo puedes llegar a tener una decena de puntos de vista distintos.

Esto era así hasta Karsa, claro. Aquí se juntaron el hambre y las ganas de comer. Erikson era consciente de que presentar correctamente a Karsa necesitaba más tiempo que a otros personajes. Y…, bueno, alguien dijo en un foro algo así como «Erikson hace tantos cambios de puntos de vista porque no tiene ni idea de cómo sostener una narración con solo un punto de vista».

Ya te puedes imaginar lo que sigue, ¿no? Aprovechó ese reto y…  240 páginas de Karsa como único narrador para empezar el libro. A todos los efectos, para el lector, estás empezando la saga de nuevo, aunque después continúes la historia.

¡A por el cuarto, y último, inicio!

Cuarto inicio: Mareas de Medianoche

Aquí no hay mucha excusa. Simplemente, cuando planificó la historia y tuvo que meter cosas nuevas más allá de las partidas que había jugado con Esslemont para darle sentido al conjunto, se dio cuenta de que PESE A TODO necesitaba un nuevo continente porque todo lo que pasa en los libros 5, 7, 9 y 10 no podía estar ocurriendo en uno de los ya conocidos, porque se habrían visto demasiado afectados por el berenjenal que hay organizado. Así que… creó un continente nuevo y una trama nueva que permitiera desarrollar esa parte de la historia hasta su conclusión. Así que justo en el ecuador de la saga nos vamos un par de años antes del inicio de Los Jardines de la Luna y empezamos en un tercer continente y con un nuevo sistema de magia.

Todo bueno, ¿eh?

Conclusiones, ruegos, preguntas

Sé que he dicho que no iba a ser un artículo con vocación instructiva, pero oye, ya que estamos, seguro que algo se puede sacar de aquí, ¿no?

A mí, personalmente, aunque me confundía mucho, me gustó esta manera de presentar la información. Es confusa, sí, pero es como un reto. ¿Seré capaz de entenderlo? Como también he dicho al inicio, hay mucha gente que no llega a ver estos cuatro inicios y se queda mucho antes, porque no entran al juego.

Lo único que puedo decir es que de esto se puede aprender. Se puede aprender a mostrar la información de una manera más clara para no espantar a los lectores.

También se puede aprender que, por muy raro y complicado que lo hagas, siempre vas a acabar encontrando gente a la que eso le gusta.

¿Qué podemos aprender entonces?

Que escribas para ti, lo que a ti te gustaría leer. Nunca sabes dónde está el éxito, así que mejor no buscarlo conscientemente.

Y, hala, después de este momento Mr. Wonderful, me voy de nuevo con el capitán del barco malazano, que ha desembarcado ya a los pies de la Tundra Toblai.

Próxima parada: La información al lector.

Sí, lo sé, parece coña. Pero no. O al menos no tanto como crees.

¡No te olvides de traer cerveza!